ALERTA AMBIENTAL: LA ALBUFERA TIENE SED.
1 diciembre, 2019
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ALERTA AMBIENTAL: LA ALBUFERA TIENE SED.

Javier Domínguez Rodrigo.

Arquitecto.

La Albufera, un ancestral y extraordinario ecosistema descrito ya en las crónicas romanas -“Nacarum Stagnum”– e inmortalizado por el escritor Vicente Blasco Ibáñez con su novela cumbre del naturalismo “Cañas y Barro” -1902-, se encuentra hoy seriamente amenazada.

Mucho se ha deteriorado aquel paisaje litoral de humedales y marjal, conocido en los poemas árabes como el “Espejo del sol” y poco queda del relato blasquista protagonizado por los Paloma, una familia de pescadores de El Palmar que se enfrenta a la transformación de su universo rural a finales del siglo XIX.

La auténtica joya del Parque es el Lago, separado del mar por un extensa barra dunar tutelada por las pinadas del bosque mediterráneo de la Dehesa. Se trata de uno de los espacios de mayor valor ecológico de Europa, de un diamante en bruto de la biodiversidad incluido en la Red Natura 2000.

Es un área extremadamente sensible que, como viene denunciando el periódico Las Provincias, se encuentra gravemente enferma, víctima de un proceso imparable de degradación antrópica y de persistentes problemas medioambientales, que el cambio climático amplifica pero que tienen su origen en la actividad humana.

El impacto negativo que desde los años setenta supone el vertido de las aguas residuales de polígonos industriales y núcleos urbanos directamente a la laguna hace que afrontar la contaminación hídrica no admita mayor demora.

La colmatación de los suelos de la marjal, la incesante presión urbanizadora y la alteración por sobreexplotación de los recursos hídricos dibujan un dramático escenario que delatan sus aguas eutrofizadas.

 El cierre de las playas -Malvarrosa,…- en plena temporada estival, tras la alerta sanitaria al detectarse focos de residuos sólidos y altos niveles de bacterias fecales, pondría de manifiesto la magnitud del problema el pasado verano.

 Una vez más se hacía evidente el fracaso de la política, con todos los departamentos y agencias implicadas eludiendo responsabilidades. Inevitable el desafecto de la ciudadanía, máxime si los directivos de la empresa pública EMARSA, encargada de la depuración de las aguas residuales del área metropolitana -Pinedo,..- son condenados por el saqueo de la misma.

 La corrupción lesiva para los intereses del Partido Popular ha resultado mucho más perjudicial para las arcas de la administración, pues el desvío de fondos afecta directamente a la calidad y mantenimiento de las infraestructuras de saneamiento de los municipios de l´Horta Sud.

Tras cuatro años de gobierno tripartito, los episodios de contaminación en la costa valenciana revelan no solo el maltrato sobre la franja marina, sino también el descontrol, la deficiente conservación de las instalaciones, la ausencia de inspección,  mantenimiento y la falta de coordinación administrativa.

  Es innegable el daño a la marca Valencia y a su imagen turística en el exterior. Pero los hechos también ratifican el naufragio de la declaración en 1986 de Parque natural por parte de la Generalitat. Es obvio que esa figura legal no garantiza por sí misma el futuro de tan singular hábitat, máxime cuando los contextos en absoluto son estáticos sino aceleradamente cambiantes.

 Prueba de ello son las reiteradas tentativas de rentabilizar el enclave mediante usos y aprovechamientos expúreos. Baste recordar que en 2006 el promotor saguntino Enrique Bañuelos de Castro -Astroc- recurría al duque de Palma, Iñaki Urdangarín, para proponer a las autoridades regionales un megaproyecto urbanístico -puerto deportivo, campo de golf, terciario, hoteles, residencial,…- en el corazón del parque.

Cuesta creer que cuarenta años después de que en pleno desarrollismo franquista se auspiciara la urbanización de El Saler, la incorporación como subsede del “cap i casal” a la candidatura olímpica de Madrid 2016 fuera la excusa perfecta para urdir una segunda intentona.

Afortunadamente la crisis financiera y el desplome en 2007 de las acciones de Astroc en la Bolsa abortarían aquella especulativa operación inmobiliaria. Sin embargo, no sería la última amenaza para el ecosistema, ya que en 2011 el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero autoriza a la compañía escocesa Cairn Energy realizar prospecciones para buscar hidrocarburos a tan solo cinco kilómetros del cordón dunar de la Devesa.

 La resistencia a rendir cuentas y a que la gestión económica se someta al escrutinio de evaluadores independientes y externos constituye un mal endémico de las instituciones valencianas, siendo la causa tanto de muchos de sus males como de la creciente desconfianza ciudadana hacia los poderes públicos.

 Porque la maltrecha Albufera continua con mucha sed clamando por remedios que alivien sus crónicos daños medioambientales. Y la razón para no implementar soluciones definitivas en absoluto es tecnológica, ni siquiera pecuniaria o fiscal. El problema es sustancialmente político.

 De nada sirve que hace apenas un mes la Consellería de Transición Ecológica presentara la Estrategia Valenciana de Cambio Climático y Energía. Horizonte 2030. Como era predecible, ni una palabra sobre la Albufera, ni sobre el uso de cuencas, los trasvases,… Otro brindis al sol.

El “hinterland” de la capital del Guadalaviar- la Albufera, l´Horta,… configura un elemento clave de su identidad territorial como genuino paradigma de su biodiversidad agropecuaria. De ahí que resulte vital cuidar tan valiosos recursos naturales, pues son importantes para la preservación del medio ambiente, pero sobre todo lo son para la salud social, patrimonial, económica y cultural de la comunidad.

https://www.lasprovincias.es/comunitat/opinion/alerta-ambiental-albufera-20191201000555-ntvo.html

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